Hace ya ahora varios años que "Rancho Paso Picao" se ocupa de caballos de paso (ambladors), particularmente de los caballos criollos especializados en la gran caminata. Guía y acompañantes organizan para los jinetes confirmados, raides largos y aventurados en total autarquía, con vivaques de plena naturaleza en ribete de cascadas salvajes.
Caminatas más clásicas son tan sumisas a los jinetes principiantes. En cuanto a aquellos a quienes no les interesada la equitación, les son propuestos treks deportivo con la observación de la fauna y de la flora tropical alrededores (Bird Watching).
Otros, disponen del tranquilité de un pequeño hotelito ecológico de familia, privado y alejado del turismo intensivo, para un descanso total y una completa relajación.
La propiedad nombrada la mayoría de las veces, "Estancia desconocida" (unknown domain), es voluntariamente bastante mal señalado y poco fáciles acceso con el fin de preservar calma, descanso y tranquilidad a todos sus ocupantes. Debemos en efecto, atravesar a vado un río a veces imprevisible y tumultuoso, para acceder al hacienda que se extiende sobre una decena de hectáreas a orillas oriental de las estribaciones de la cordillera (Cordillera Oriental). En época de las lluvias, sólo los vehículos altos sobre ruedas y todo terreno (4x4), pueden atravesarla a veces o bien, escoger circular sobre una pista de latérita bastante difícil que serpentea campo traviesa y ondulaciones cercanas. Así, durante prácticamente dos meses, los caballos y la mula de albarda del rancho, se hacen entonces, un medio excelente de transporte completamente ecológico.

Mucho más que un rancho y un pequeño hotel simple de encanto (écolodge), este lugar de descanso campesino en plena naturaleza tropical, lejos del turismo de masa y de su agitación, es resueltamente consagrado a la serenidad, la tranquilidad, la discreción y el anonimato. Es un lugar insólito donde el alojamiento privilegia la comodidad sobria, el decorado simple y el lujo rural discreto.
El equipo muy simpático y dinámico de "Rancho Paso Picao" supo insuflar este espacio curioso, un envoûtante magia al perfume nostálgico y aventurado de descubrimientos y de grandes epopeyas ecuestres vividas en el momento de la época famosa de los grandes conquistadores, hay cerca de cinco siglos. Una estancia, en uno del lodges reservado a uso exclusivo, en uno de las habitaciones simple incluso duplicado de este pequeño rancho écolodge o bien, en un bungalow común, es una oportunidad única destinada a los viajeros ilustrados al humor vagabundo. Y a los aventureros excéntricos, totalmente deseando sumergirse en campo raso en medio de la naturaleza tropical dominicana, lejos del turismo en masa y playas orientales de esta isla maravillosa de las Grandes Antillas. Por otra parte, es desde luego una ocasión favorable para los apasionados de "Historia Colonial Española", de interrogarse una de las islas de la Caribeña quién fue el punto de anclaje de los grandes cambios y el punto de partida del nacimiento del Nuevo Mundo, que iban a revolver el continente inmenso y americano.
El gran Almirante Cristóbal Colón, el 6 de diciembre de 1492, tuvo un golpe verdadero de corazón como las lagunas y la vegetación espléndida de la isla dónde bautizó a Hispaniola, deformación de "Isla Española" (la pequeña España). La describió "como una tierra que hay que desear y, una vez vista, que jamás hay que dejar". Desde luego, habrá que saber "aflojar", abandonarse en las manos de los especialistas y los acostumbrados para enterarse de nuevo de la noción a saber escuchar, oler, tocar y acordarse.
Todas relación importantes para comprender la biodiversidad tropical, la complejidad de la naturaleza, la fauna, la flora y los ecosistemas, y así percibir la impresión física de estar en armonía perfecta con conjunto de las fuerzas que parecen animar el universo.